Aún joven y separado de mi primera esposa, viví un período de pura locura: entre una profunda depresión nerviosa y las drogas, buscaba un nuevo camino. Durante uno de mis frecuentes viajes en autostop, descubrí la astrología y los tarots. Bajo la guía de Oswald Wirth, estudié los arcanos mayores del tarots uno por uno, tratando de revivirlos en mí, a pesar de que aún no sabía que representaban los principales arquetipos de la humanidad. Así comenzó mi largo proceso de autoanálisis junguiano, como descubriría más tarde. Mientras tanto, continuando con los estudios de astrología, empecé a leer los tarots primero a conocidos y luego a extraños. Gradualmente me dediqué a la profesión de astrólogo y cartomántico tanto en Italia como en España. Colaboré con radios y televisiones, y trabajé en locales renombrados y hoteles de lujo. Aunque no me enriquecí, vivía con cierta comodidad. Pero ¡aclarémonos! Nunca intenté hacer adivinación, sino que, a través de la simbología encerrada en la astrología y los tarots, lograba expresar el lado inconsciente de los clientes, mientras me limitaba a guiarlos en la interpretación. Solo mis estudios posteriores en psicología me indicaron que,…
autoanálisis junguiana
Te acompañamos a lo largo del camino
Al hombre le gusta creer que es el amo de su propia alma. Pero en la medida en que se muestra incapaz de controlar sus estados de ánimo y emociones, o de ser consciente de las infinitas maneras secretas en que los factores inconscientes logran infiltrarse en sus propósitos y decisiones, no es en absoluto dueño de sí mismo.
Puesto que hay innumerables cosas que van más allá del horizonte de la comprensión humana, recurrimos constantemente al uso de términos simbólicos para representar conceptos que nos es imposible definir o comprender por completo.
La magia de la vida
El firmamento es, en efecto, el libro abierto
de la proyección cósmica, el reflejo de las mitologías, es decir, de los arquetipos.